domingo, 1 de marzo de 2009

EL REALISMO

El realismo es un movimiento que se desarrolla en la segunda mitad del siglo XIX y que se caracteriza por el deseo artístico de objetividad. Está influenciado por corrientes filosóficas de la época como el positivismo, el evolucionismo, el marxismo o el krausismo. La novela realista se basa en la observación y busca reflejar con fidelidad las costumbres contemporáneas.

Por su parte, el Naturalismo es un movimiento que afirma que el ser humano está determinado genética y socialmente. El texto teórico más importante de esta corriente es La cuestión palpitante de Emilia Pardo Bazán. En esta obra la autora defiende las técnicas literarias del movimiento aunque se declara contraria a sus principios básicos por ir en contra del catolicismo.



Caracteristicas:
Este movimiento literario aparece en la segunda mitad del siglo XIX, como consecuencia de las circunstancias sociales de la época: la consolidación de la burguesía como clase dominante, la industrialización, el crecimiento urbano y la aparición del proletariado.

Las características básicas del Realismo literario son:

-Eliminación
de todo aspecto subjetivo, hechos fantásticos o sentimientos que se alejen de lo real.

-Análisis riguroso de la realidad.
El escritor nos ofrece un retrato riguroso de lo que observa.

-Los problemas de la existencia humana
, componen el tema fundamental de la novela realista; ésa es la consecuencia del sumo interés por la descripción del carácter, temperamento y conducta de los personajes.

-Surge un tipo de novela en la que se analizan minuciosamente las motivaciones de los personajes y las costumbres.

-El novelista denuncia los defectos y males que afectan a la sociedad y ofrece al lector soluciones para detenerlos. Cada autor, según sus ideas, muestra lo que para él es un mal de la sociedad.

La novela realista en España:
al género narrativo aparecido en España en el siglo XIX como superación de la novela histórica y romántica anterior. Sus antecedentes más remotos hay que buscarlos en las grandes obras novelísticas del Siglo de Oro: El Quijote, Lazarillo de Tormes, El Buscón, etc., obras igualmente de corte realista.

Autores y obras: los principales autores son:

“FERNÁN CABALLERO” (1796-1877)

Pseudónimo de Cecilia Böhl de Faber, hija del cónsul alemán en
Cádiz. Cultivó un costumbrismo andaluz, con enfoques sentimentales y moralizantes. Destaca su novela La Gaviota (1849). Fernán Caballero y Pedro Antonio Alarcón representan el prerrealismo o transición del Romanticismo al Realismo.


PEDRO ANTONIO DE ALARCÓN (1833-1891)

Granadino. Comenzó también como escritor costumbrista y romántico. Elementos románticos hay aún en novelas suyas como El escándalo (1875). En cambio, es de un transparente realismo El sombrero de tres picos (1874), auténtica joya de la novela corta española, por lo divertido del argumento, la aguda captación de tipos y ambiente y la viveza del estilo.


JUAN VALERA (1824-1905)

Aristócrata cordobés, cultísimo, liberal y escéptico, comenzó a los cincuenta años su carrera de novelista con una obra maestra, Pepita Jiménez (1874), cuyo protagonista se debate entre una vocación religiosa más convencional que profunda y la fuerte atracción que siente por la mujer que da título a la obra. Los impulsos humanos vencerán. Y lo mismo sucede en varias obras suyas, como Juanita la Larga, otra novela espléndida. Valera es realista por lo riguroso de su observación, pero rehuye, sin embargo, los aspectos más penosos o crudos de la realidad. Su arma crítica es una sutil ironía. Lo caracterizan, además, su penetración psicológica (sobre todo en los personajes femeninos) y un estilo cuidado, tan elegante como sencillo.


JOSÉ MARÍA PEREDA (1833-1906)

Santanderino. Se sitúa en una línea tradicionalista, apegada a una visión idílica del campo (frente al dinamismo urbano). Así exalta la naturaleza y las gentes sencillas de su tierra: el mar y los pescadores en Sotileza (1885), la montaña en Peñas arriba (1895). Sobresalen sus pinturas de paisajes, aunque demasiado minuciosos a veces.


ARMANDO PALACIO VALDÉS (1853-1937)


Asturiano. Presenta también una exaltación de las virtudes tradicionales, frente al progreso. Así, en La aldea perdida (1903) cuenta los estragos de la invasión minera en un valle asturiano, antes idílico y luego degradado. Se hicieron famosas otras novelas suyas como La hermana San Sulpicio o La alegría del capitán Ribot.



EMILIA PARDO BAZÁN (1851-1921)

De la escuela naturalista tomó el gusto por los rudos ambientes sociales, con sus pasiones violentas y sus crudezas. Los pazos de Ulloa y La madre Naturaleza (1886-1887) componen un intenso cuadro de gentes y paisajes de su Galicia. Aparte otras novelas, es autora de varios centenares de cuentos, a menudo excelentes.


VICENTE BLASCO IBÁÑEZ (1867-1928)

Es el novelista más cercano a la escuela naturalista: se le llamó “el Zola español” y , en efecto, comparte con éste el gusto por ambientes sórdidos, la crudeza de los temas y la preocupación por las taras hereditarias. Ello va unido al vigor con que supo captar el mundo rural de su tierra, Valencia, en novelas que se harían famosísimas, como La barraca (1894), Cañas y barro (1902), etc.


Benito Pérez Galdos:

(Las Palmas de Gran Canaria, 10 de mayo de 1843 - Madrid, 4 de enero de fue un novelista, dramaturgo y cronista 1920) español Se trata de uno de los principales representantes de la novela realista del siglo XIX y uno de los más importantes escritores en lengua española.

VIDA

Cursó el bachillerato en su tierra natal y en 1867 se trasladó a Madrid para estudiar derecho, carrera que abandonó para dedicarse a la labor literaria. Su primera novela, La sombra, de factura romántica, apareció en 1870, seguida, ese mismo año, de La fontana de oro, que parece preludiar los Episodios Nacionales.
Dos años más tarde, mientras trabajaba como articulista para La Nación, Benito Pérez Galdós emprendió la redacción de los Episodios Nacionales, poco después de la muerte de su padre, probablemente inspirado en sus relatos de guerra –su padre había participado en la guerra contra Napoleón–. El éxito inmediato de la primera serie, que se inicia con la batalla de Trafalgar, lo empujó a continuar con la segunda, que acabó en 1879 con Un faccioso más y algunos frailes menos. En total, veinte novelas enlazadas por las aventuras folletinescas de su protagonista.



Durante este período también escribió novelas como Doña Perfecta (1876) o La familia de León Roch (1878), obra que cierra una etapa literaria señalada por el mismo autor, quien dividió su obra novelada entre Novelas del primer período y Novelas contemporáneas, que se inician en 1881, con la publicación de La desheredada. Según confesión del propio escritor, con la lectura de La taberna, de Zola, descubrió el naturalismo, lo cual cambió la manière de sus novelas, que incorporarán a partir de entonces métodos propios del naturalismo, como es la observación científica de la realidad a través, sobre todo, del análisis psicológico, aunque matizado siempre por el sentido del humor.

Bajo esta nueva manière escribió alguna de sus obras más importantes, como Fortunata y Jacinta, Miau y Tristana. Todas ellas forman un conjunto homogéneo en cuanto a identidad de personajes y recreación de un determinado ambiente: el Madrid de Isabel II y la Restauración, en el que Galdós era una personalidad importante, respetada tanto literaria como políticamente.

En 1886, a petición del presidente del partido liberal, Sagasta, Benito Pérez Galdós fue nombrado diputado de Puerto Rico, cargo que desempeñó, a pesar de su poca predisposición para los actos públicos, hasta 1890, con el fin de la legislatura liberal y, al tiempo, de su colaboración con el partido. También fue éste el momento en que se rompió su relación secreta con Emilia Pardo Bazán e inició una vida en común con una joven de condición modesta, con la que tuvo una hija.


EPISODIOS

Primera serie:

Trafalgar / Benito Pérez Galdós ; edición ilustrada por Enrique y Arturo Mélidas

La corte de Carlos IV

El 19 de marzo y el 2 de mayo

Bailén

Napoleón en chamartín


Segunda serie:



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